Hoy en día, las pilas recargables se utilizan en muchos dispositivos del hogar. Concretamente, el 45% de los aparatos electrónicos más utilizados necesitan pilas o baterías, o requieren equipos que funcionan con pilas. Por este motivo, se recomienda el uso de pilas recargables, que representan una inversión positiva tanto a nivel económico, ya que ahorran gastos, como medioambiental.
Actualmente, la sostenibilidad es una realidad y cada vez más, una responsabilidad relacionada con el propio crecimiento y desarrollo de las compañías. Según el estudio Accenture Global Consumer Sustainability Survey del año 2019, de Newsroom, el 72% de la población compra más productos sostenibles que 5 años atrás.
Otro estudio llevado a cabo por Capterra en 2021, a raíz del informe IPCC de la ONU, indica que el 70% de los consumidores españoles ha aumentado su conciencia sobre la compra de productos sostenibles y, además, el 22% de ellos afirma que la crisis de la COVID-19 les ha hecho replanteárselo de forma radical. A medida que avanzamos como sociedad, debemos poner el foco en alcanzar un crecimiento sostenible para contribuir a la protección del planeta. ¿Y qué mejor que hacerlo a pequeña escala, desde nuestra casa, con acciones de nuestro día a día?
Una solución para reducir la generación de residuos y contribuir a una mayor sostenibilidad es el uso de baterías de Níquel-Metal-Hidruro (NiMH), que pueden recargarse varias veces. Por este motivo permiten el ahorro de residuos de pilas, material y embalaje, agua y energía, y transportes, hecho que las convierte en una gran opción sostenible.
Consejos sobre cómo optimizar la vida de las pilas secundarias
Proporcionar una expectativa de vida exacta de una pila recargable es complejo, puesto que la duración de la batería se ve afectada por diversas variables. No obstante, desde VARTA, compañía de referencia en la fabricación y distribución de pilas y baterías, se exponen varios consejos para potenciar su vida útil, aprovechando así todas sus ventajas:
Mantener una temperatura óptima
Es indispensable para el buen uso de una batería recargable. Las condiciones adecuadas de almacenamiento son un nivel de temperatura entre +5°C y +25°C, con una humedad relativa del 50%. Se debe evitar guardar la batería en espacios muy cálidos, como un automóvil, o bajo la luz solar directa, ya que esto puede provocar el deterioro de dicha batería, e incluso posiblemente dañar el vehículo. Se recomienda conservarla en un lugar fresco y seco, preferentemente. Una gran ventaja de las bajas temperaturas es que la autodescarga es más baja, por lo que la recarga es necesaria con menos frecuencia.
La cantidad de uso
Es una condición indispensable a tener en cuenta, ya que la capacidad de la batería disminuye con el tiempo a base de uso repetido. Cuando se detecta que el tiempo entre cargas disminuye significativamente, se considera que es momento de reemplazar la batería por una nueva.
El modo de carga inicial
- Generalmente, se recomienda cargar la batería siempre antes de usarse. No obstante, una pila recargable VARTA no requiere de esta acción porque está lista para usarse y, por lo tanto, precargada. En principio, una pila debe cargarse siempre después de su uso, cuando está vacía, ya que la energía de la batería se consume naturalmente durante su uso en el dispositivo. Una batería puede cargarse, aunque no esté completamente descargada, aunque, en principio, se aconseja recurrir a ciclos de carga completos.
- Un cargador con corte delta V negativo tiene la característica de terminar el proceso de carga, cuando la batería está completamente cargada. Sin embargo, también hay cargadores que sólo tienen un temporizador o incluso no tienen mecanismo de corte. Si una batería permanece mucho tiempo en el cargador y éste no tiene un mecanismo de desconexión, puede producirse una sobrecarga. Habitualmente, las baterías se calientan mucho. Por supuesto, se recomienda retirarlo directamente del dispositivo y dejar de cargarlo.
- Un cargador adecuado está diseñado de tal manera que detiene completamente la carga tan pronto como se reconoce que la batería está completamente cargada. No obstante, si una batería ha estado cargada durante mucho tiempo y permanece significativamente caliente en el cargador, puede ser un indicio de sobrecarga crónica.