El paisajismo

El paisajismo por definición, es la actividad destinada a modificar las características visibles, físicas y anímicas de un espacio ya sea tanto rural como urbano, entre las que se incluyen los elementos vivos, con el fin de crear un bello entorno paisajístico.

Esta técnica se aplica de manera natural actualmente a muchos jardines privados, en donde los poseedores de los mismos tratan de encontrar un paisaje completamente natural de gran belleza. Es como si se tratara de una obra de arte hecha por la naturaleza, que busca que los elementos se encuentren en armonía y tratan de dotar de una personalidad propia al jardín.

En este caso, se llevan a cabo las modificaciones pertinentes, siempre con respeto y con el cuidado de la jardinería, para disponer de un jardín completamente preparado, que no tenga malas hierbas, o los árboles se encuentren perfectamente cuidados, sin que haya hojas por el suelo, en definitiva, buscar un paisaje de película o que despierte emociones al contemplarlo.

El paisajismo se puede considerar arte, teniendo en cuenta que nace de la inspiración de muchos artistas y cuya dedicación no la puede llevar a cabo cualquiera. El paisajismo requiere buenas dotes de observación, que se tienen que mezclar con unas interesantes habilidades de diseño. Esto es importante debido a la hora de guardar por ejemplo una estructura agradable y unas proporciones que sean agradables a la vista y reconfortantes.

El paisajismo, una disciplina más compleja de lo que parece

Es importante tener en cuenta que el paisajismo va más allá de tener un jardín bonito y bien cuidado. Estamos hablando de un arte que para su perfecta ejecución, mezcla el conocimiento de muchas disciplinas, tales como la agronomía, la arquitectura, ecología… todo ello trabajando directamente en la naturaleza con sumo cuidado, respetando el medio ambiente y todo ello, con el mero objetivo de mejorarla y contribuir a crear un entorno mucho mejor del que se encontraba.

La complejidad del paisajismo es bastante alta, debido a que en muchos entornos, se trabaja con especies de seres vivos que evidentemente, presentan una evolución con el paso de los años, en donde su incidencia en el espacio de la naturaleza es observable y destacada.

La creatividad y una buena dosis de imaginación,  son aspectos bastante bien cotizados entre los paisajistas, que cuentan cada vez con paisajes más originales, que tratan de evocar todo tipo de sensaciones. Cómo si de un pintor se tratara, el autor toma a la naturaleza como cuadro en donde empieza a dibujar todo tipo de formas. Para ello, se encarga de podar los setos, cortar el jardín, plantar nuevos árboles, todo ello para tratar de crear un paisaje único y que sea agradable a los sentidos.

Los beneficios de estos paisajes están comprobados para la salud. Estos jardines, proporcionan una buena sintonía en los que los observan, llenándolos de paz y de tranquilidad. Son ideales para relajarse cuando nos encontremos más estresados, simplemente vislumbrando el mover de las ramas de los árboles o la composición del mismo. Es por ello que se trata de un trabajo que cada vez tiene un mayor reconocimiento y es usado por más gente en sus jardines privados, para dotarlos de una esencia única y convertirlos en un remanso de tranquilidad.

Llevar a cabo las tareas con productos de paisajismo no es difícil. Hemos dicho que el paisajista debe de ser observador y es que al igual que un decorador no trata por igual a todas las casas, un paisajista debe de hacer lo mismo con cada jardín, estudiarlo y prepararlo. Al igual que tenemos casas más o menos grandes, con más o menos habitaciones o diferente disposición de las mismas, los jardines no son todos del mismo tamaño ni presentan las mismas similitudes.

A parte de todo esto, por si ya no fuera poco el tener que estudiar una disposición diferente para cada tipo de jardín, es importante tener en cuenta las condiciones climáticas que afectan al mismo. No puede ser lo mismo un trabajo paisajística aplicado en la zona norte del país que al sur. La climatología es diferente según qué zonas y dependiendo de factores como la temperatura o la humedad, determinados tipos de árboles o plantas, se pueden resentir un poco más mediante las inclemencias del tiempo. Esto obliga al paisajista a estudiar estas particularidades ya que el jardín, es un elemento vivo y que se muera una flor, no es ninguna opción.

Paisajistas, preocupados por el medio ambiente

Se puede llevar al equívoco que por medio del paisajismo se destruyen los diferentes parajes naturales por su manipulación. Esto es completamente falso ya que para poder ser un buen paisajista, hay que contar con conocimientos de jardinería, en los cuales es bastante necesario saber como realizar un buen mantenimiento al jardín.

En ciertas ocasiones, se erigen elementos paisajísticos en jardines que se encontraban completamente abandonados, con lo que se contribuye a mejorar la flora y fauna del lugar, proporcionando un ambiente más sano para todo tipo de vegetación. Las malas hierbas no son negociables en un entorno paisajístico, por lo que su eliminación y el cuidado de un buen suelo, es algo que evidentemente va a afectar de una manera positiva a la madre naturaleza. Por todo esto, es por lo que podemos afirmar que el paisajismo es un arte que es beneficioso para el medio ambiente.

Este arte, no sólo se desempeña en jardines privados, sino que también son importantes los trabajos que se realizan después de haber habido algún incendio o algún desastre, en alguna zona que ha quedado desolada, el proporcionar los elementos y el conocimiento necesario para ayudar al resurgir de la zona, de una manera mucho más efectiva y cuidada.

Es por esto que los paisajistas aman el medio ambiente y disfrutan con su trabajo. Un trabajo tal vez difícil de entender para muchos profanos en esto, pero al fin y al cabo, como todos, terminan por disfrutar de su obra, sin lugar a dudas, un regalo para la vista del ser humano.