La ignorancia podrá ser felicidad, pero también es muy peligrosa. No sabemos cuándo nos enfrentaremos a una situación de emergencia y debemos estar preparados. Es importante que sepamos qué hacer y qué no hacer, porque eso puede ser la diferencia entre que una persona viva o muera.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica de emergencia que no cuesta mucho trabajo aprender.Se utiliza cuando una persona ha dejado de respirar, y tiene ligeras variaciones si buscas reanimar a un bebé, un niño, un adulto o incluso una mascota.
La imagen de abajo es una guía muy completa que nos indica paso a paso cómo utilizar la RCP. Primero que nada debemos asegurarnos que no hay nada a nuestro alrededor que podría lastimarnos, en caso de que estemos en un área de desastre por ejemplo. Después debemos ver si la persona está consciente y responde a los estímulos externos, además de confirmar si está respirando. Si no hay respuesta, debemos llamar a un número de emergencia y asegurarnos que la persona esté en un área plana y boca arriba. Mientras llega la ayuda, empezamos la RCP.
Se alternan 30 compresiones (rápidas y fuertes) con dos respiraciones de boca a boca, hasta que la persona comience a respirar por sí misma o llegue el servicio de emergencias. Para un adulto comprimimos usando las dos manos, con un niño pequeño podríamos necesitar solo una, mientras que para un bebé se utilizan dos dedos. Revisa el procedimiento completo en la guía de abajo.
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