La Inteligencia Artificial (IA) está cada vez más presente en nuestra vida. De hecho, hacemos uso de ello prácticamente cada día, aunque en la mayoría de las veces no somos conscientes de ello. Esta tecnología está transformando el mundo tal y como lo conocemos, ya que está produciendo grandes cambios en la sociedad. De hecho, los expertos ya la han bautizado como una de las tecnologías más importantes del siglo XXI. Al fin y al cabo, la IA tiene numerosas aplicaciones en campos muy diversos. Unas aplicaciones que irán a más durante los próximos años, ya que esta tecnología terminará entrando en cada rincón de nuestras vidas. Un avance tecnológico que cuenta con luces y sombras para los ciudadanos.
Recientemente, los investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han realizado por primera vez un estudio, que se basa en los datos de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia 2018, en el que analizan las respuestas de una muestra de españoles que desconfían sobre las máquinas que piensan. Un 33,3% de los 5.200 españoles preguntados sobre la inteligencia artificial afirman que esta tecnología tiene más riesgos que beneficios, mientras que un 38,4% opina lo contrario y un 28,3% considera que existe un equilibrio entre riesgos y beneficios. La privacidad y la falta de información sobre la financiación de la ciencia son algunos de los aspectos generales más relevantes de la desconfianza existente en torno a la IA por parte de los españoles. A pesar de ello, esta tecnología continúa creciendo y facilitando todos los procesos en empresas y en la vida cotidiana de las personas.
Arend Hintze, profesor asistente de Ciencias de la Computación, Ingeniería y Biología Interactiva en la Universidad de Michigan, clasificó la Inteligencia Artificial en cuatro tipos, según su nivel de complejidad. Los tipos más básicos de IA son las máquinas reactivas, ya que no tienen la capacidad de formar recuerdos, ni tampoco pueden utilizar experiencias pasadas para basar sus decisiones en la actualidad. De esta forma, son sistemas preparados para evaluar todas las situaciones y posibilidades en el presente, con el objetivo de tomar la decisión más conveniente en la situación actual. El ejemplo más destacado es el de Deep Blue, supercomputadora desarrollada por el fabricante estadounidense IBM para jugar al ajedrez que venció al gran Garry Kasparov en una partida celebrada el 10 de febrero de 1996. En esa ocasión, la Inteligencia Artificial venció por primera vez a un campeón del mundo vigente como el ajedrecista azerbaiyano.
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La Inteligencia Artificial en el póker
La IA ha demostrado en diversas ocasiones su capacidad para vencer a los humanos en los deportes mentales. Además del mítico enfrentamiento entre Gary Kasparov y el superordenador Deep Blue de IBM, el programa informático de inteligencia artificial desarrollado por Google llamado AlphaGo se convirtió en la primera máquina de Go en ganar a un jugador profesional de este juego de estrategia en octubre de 2015. Sin embargo, la demostración más impactante de esta tecnología ha tenido lugar hace apenas unos meses, cuando una inteligencia artificial, de nombre Pluribus, alcanzó un rendimiento sobrehumano en un juego de póker multijugador, logrando un hito que había permanecido inalcanzado durante las últimas décadas.
Tuomas Sandholm, profesor del departamento de informática, y Noam Brown, un estudiante de doctorado de la Universidad Carnegie Mellon (UCM), desarrollaron un programa de inteligencia artificial capaz de jugar al póker Texas hold ‘em a un nivel superhumano en partida de uno contra uno. En enero de 2017, el Casino Rivers de Pittsburgh, ciudad del estado de Pensilvania (Estados Unidos), acogió el primer reto entre cuatro jugadores profesionales de póker (Jason Les, Dong Kim, Daniel McAulay y Jimmy Chou) y el software Libratus. El torneo tuvo una duración de 20 días, con sesiones de 8 y 11 horas diarias. En total se contabilizaron 120.000 rondas de póker bajo la variante head-up, es decir, enfrentamientos mano-a-mano entre los profesionales contra Libratus. Cada jugador contó con 20.000 dólares en forma de fichas virtuales para apostar durante las partidas. Al finalizar el torneo, Libratus ganó un total de 1,7 millones de dólares.
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Dong Kim fue el único de los cuatro jugadores que consiguió plantar cara en las partidas contra Libratus. El jugador surcoreano perdió 85.649 dólares, mientras que el resto de los participaron terminaron con unas pérdidas de 1,68 millones de dólares. A raíz de los datos obtenidos, los organizadores del torneo determinaron con una certeza del 99,7% que el resultado no se había debido al puro azar. Un logro histórico en este juego de información incompleta tras doce años de investigación sobre la teoría de juegos aplicadas al póker y las estrategias del juego de cartas. Tras este éxito, el equipo de investigaciones que desarrolló Libratus, que colabora con la división de inteligencia artificial de Facebook, se planteó un nuevo reto: alcanzar la victoria en una mesa con varios jugadores, todos campeones contrastados del mundo del póker.
Un reto que cumplió el pasado verano, cuando Pluribus, la evolución de Libratus, se convirtió en la primera Inteligencia Artificial en vencer al póker ante varios rivales simultáneos. El bot desarrollado por Tuomas Sandholm y Noam Brown ganó a 15 jugadores profesionales, entre ellos el mediático Chris Ferguson, en una sesión durante 12 días con más de 10.000 manos de póker jugadas. Según Darren Elias, uno de los rivales de Pluribus, “su mayor fortaleza reside en su habilidad para usar estrategias variadas”. Al fin y al cabo, esto es lo que pretenden lograr los mejores jugadores humanos en salas como 888 poker online, aunque muy pocos son capaces de conseguirlo de forma consistente.
El póker había resistido siempre a la conquista de la Inteligencia Artificial, especialmente por tratarse de un juego con información incompleta en el que los jugadores no saben qué cartas tiene el oponente. Una imbatibilidad que también ha terminado, como había ocurrido anteriormente con otros deportes mentales como el ajedrez. A pesar de ello, este hito pone las bases de las IA para resolver problemas y escenarios que involucren a múltiples actores con diversas competencias. De esta forma, esta tecnología está cada vez más cerca de resolver los problemas complejos del mundo real.
